Nativa o no nativa, he ahí la cuestión

Nativa o no nativa, he ahí la cuestión

Hoy traemos una de las grandes preguntas que asalta a todo aquél que quiere hacer una app móvil. Realmente esta es una pregunta crucial de la que depende todo el desarrollo posterior de una app móvil. ¿Debemos apostar por un desarrollo nativo a la hora de lanzar nuestra propia aplicación móvil? Nosotros ya explicamos en este blog que no siempre necesitamos una app para nuestro negocio, hay veces que valdría con tener una buena web.
Como siempre, el que tiene muy claro a qué público se dirige y hace un buen planteamiento estratégico tiene mucho terreno ganado. Hablando en plata, las aplicaciones nativas ofrecen mayores ventajas ya que son el medio específico de navegación por los dispositivos móviles. Sin embargo, siempre hay quien prefiere exprimir la tecnología ya existente y optan por una web-app en HTML5. A priori, la gran ventaja que tiene el hacer la versión web es el que esté disponible y tenga el mismo aspecto en los diferentes sistemas operativos. Claro, que de este modo no se maximizan en absoluto las posibilidades que ofrecen las tecnologías más punteras, eso sí, es posible que nos ahorremos un dinerito.

Pero si nuestro plan es adentrarnos como miembros de pleno derecho en el mundo de las tecnologías móviles, la única opción planteable debería ser el desarrollo de una app nativa.

Con el desarrollo de una app nativa exprimimos al máximo las posibilidades que nos ofrecen los dispositivos y sus correspondientes sistemas operativos y plataformas. Está claro que los grandes dominadores del mercado en este momento son Apple (IOS) y Google (Android) y cada una tiene unas ventajas, unas características definidas y hasta un determinado perfil de clientes. En posición más rezagada vemos a Windows Phone y por último Blackberry, esta última con una posición cada vez más testimonial. Y aquí es donde se tiene que parar uno a pensar qué es lo que quiere hacer.

Si lo que se necesita es una presencia testimonial y sin gran interacción con los usuarios, posiblemente una web-app le será suficiente y de paso se ahorra los costes un gran desarrollo. Ahora bien, el que quiera impactar de verdad en un dispositivo móvil, que no tenga más dudas, que analice en qué plataformas está su “core-business” y que se lance a por todas con un buen desarrollo nativo y a medida. Sin duda los usuarios se lo van a agradecer, y mucho. Y de una buena usabilidad dependerá el éxito posterior de la aplicación en cuestión.

Todos conocemos casos de aplicaciones de éxito, que han triunfado enormemente, y casualmente todas son aplicaciones nativas. Pero en lugar de reflexionar y tratar de hacer las cosas bien, a menudo no podemos ver más allá del precio de coste. ¿Cuál es el coste de defraudar a tus usuarios/clientes? ¿Cuánto cuesta recuperar la confianza perdida? ¿Cómo medir el retorno de algo que hace a nuestros usuarios la vida más fácil? Hace poco decía alguien que entiende de esto, Jonathan Ive (Vicepresidente de diseño de Apple) que “nuestra meta no es ganar dinero, sino hacer buenos productos”, a lo que añadía “obviamente estamos muy contentos con el resultado económico de nuestros productos”. Es posible que haya llegado la hora de centrarse en dar el mejor producto/servicio a los usuarios con la certeza de que los resultados llegarán por este camino. Y tener la seguridad de que un mal producto ya no cala en el usuario. La gente ya tiene un estándar de calidad en mente y no perdonan que se rebaje ese listón. De hecho, agradecen enormemente alguna novedad y una muy buena usabilidad.

Por último, cabe destacar que este debate estaba muy abierto hace unos años, pero con la apuesta decidida de Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, por las tecnologías nativas, las dudas se han acabado.

Mark Zuckerberg apps nativas, no HTML

 

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